Jamón Ibérico de Bellota
El jamón de bellota es un producto muy exclusivo que requiere un cuidado especial en cada etapa del proceso, desde su origen hasta llegar al plato del consumidor. Por esta razón, recorremos España dos veces al año para visitar la cuna del jamón ibérico y seleccionar cada pieza personalmente. Esto nos permite elegir los mejores jamones antes de que completen su año de curación, garantizando así una selección de la más alta calidad.
¿Por qué comprar jamón ibérico de bellota en Bodegas Gargallo?
Comprar un jamón ibérico de bellota online con la mejor calidad y certificado con la Norma del Ibérico es posible si confías en Bodegas Gargallo. En nuestra tienda online, ofrecemos una gran variedad de jamones procedentes de las zonas más representativas de nuestro país, lo que te permitirá sorprender a tus seres queridos con una calidad excepcional y un sabor incomparable en las cenas navideñas o celebraciones especiales.
Los productos de Jamones Gargallo están certificados bajo la Norma de Calidad del Ibérico, un logro que pocas empresas en nuestro sector han alcanzado. Además, llevamos a cabo un control de la trazabilidad de todos nuestros productos para garantizar a nuestros clientes una calidad superior.
Ya sea la pieza entera, en forma de loncheados ibéricos o en una de nuestras cajas gourmet, comprar un jamón ibérico de bellota en nuestra web es la mejor decisión que podrás tomar, ya que te aseguras una relación calidad-precio inigualable. ¡Y podrás tenerlo en tu hogar en tan solo 24-48 horas!
¿Cuáles son las características del jamón de bellota (100% Ibérico)?
- Norma Ibérica: Gracias a la norma ibérica es muy fácil identificarlos, ya que llevan una brida negra con la numeración correspondiente, que el organismo ASICI viene controlando e inspeccionando desde el campo. Esta certificación garantiza que el jamón es 100% ibérico y que el cerdo se alimentó de bellotas durante los meses de la montanera.
- Morfología: El jamón de bellota 100% ibérico presenta una caña más fina y un aspecto más estilizado que otros jamones. La pezuña suele estar más desgastada debido al tiempo que el cerdo ha pasado en el campo.
- Sabor: Aunque el sabor puede variar según la región de origen, los jamones 100% ibéricos ofrecen una potencia de sabor superior. La grasa es más cristalina y la carne tiene un color más oscuro, lo que refleja su calidad y proceso de alimentación.
- Precio: El precio del jamón 100% ibérico de bellota es generalmente más alto que el de un jamón cruzado. Esto se debe a varios factores: el cerdo de raza pura engorda más lentamente, lo que prolonga su vida hasta los dos años en algunos casos. Además, el rendimiento del despiece es menor, lo que encarece la pieza, especialmente en la pieza de jamón, que es la parte más apreciada. Asimismo, el rendimiento en producto loncheado es ligeramente inferior, lo que refuerza su exclusividad.
¿Cómo se produce el jamón ibérico de bellota?
El jamón ibérico de bellota es una verdadera joya de la gastronomía española, cuyo proceso de elaboración es clave para alcanzar su excepcional calidad. Este jamón proviene exclusivamente de cerdos de raza ibérica, alimentados principalmente con bellotas durante la montanera, lo que le otorga su inconfundible sabor y característico veteado blanco.
El proceso comienza con la selección de cerdos que han alcanzado un peso ideal, entre 150 y 200 kg. Tras el sacrificio, las patas traseras se destinan a la elaboración de jamones, mientras que las delanteras se utilizan para las paletillas. Estas piezas pasan por un proceso de salazón, en el que se cubren con sal marina durante un tiempo cuidadosamente controlado, según el peso de la pieza y la experiencia del maestro jamonero. Este paso es fundamental para fijar el sabor y proteger el jamón de posibles microorganismos.
Una vez finalizado el proceso de salazón, el jamón entra en la fase de secado, que dura aproximadamente seis meses. Durante este periodo, la grasa se infiltra lentamente en la carne, lo que garantiza una textura y sabor inigualables. La temperatura y la humedad deben estar cuidadosamente reguladas para asegurar una curación adecuada.
Finalmente, el jamón pasa por un periodo de maduración que puede durar entre 24 y 36 meses. Durante este tiempo, las piezas son engrasadas periódicamente y supervisadas para garantizar una curación homogénea, logrando así el distintivo sabor y calidad del jamón ibérico de bellota.
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